La evolución de los grandes clásicos: ¿Cómo se juega hoy al Blackjack?

Blackjack

Pocos juegos de cartas han conseguido tanta popularidad y se han convertido en parte de la cultura popular como el Blackjack. Este apasionante entretenimiento cuenta con siglos de antigüedad; aunque han existido dudas sobre su verdadero origen, la opción más extendida es que data de finales del siglo XVII y que se creó en Francia, donde pocas décadas después ya sería muy famoso en los salones de juego de la aristocracia.

Desde aquellos salones franceses del siglo XVIII hasta las versiones actuales, que incluyen al Blackjack en vivo, la trayectoria ha sido dilatada y ha dado lugar a diversas modalidades que, aunque aportan algunas variaciones en sus reglas, mantienen el espíritu original de este gran clásico de los juegos de mesa. No es casualidad que el Blackjack haya sobrevivido todos estos años: su dinámica es de las más emocionantes de entre todos los juegos de cartas y, además, permite muchas opciones a los jugadores durante el desarrollo de la partida.

Al principio, este popular juego no tenía el nombre con el que hoy lo conocemos; en su versión gala, se llamaba “Vingt-et-Un”. Iba a tardar mucho en adquirir la nomenclatura de Blackjack. Y, como algunos podrán adivinar, este término no llegaría hasta que lo acuñaron los norteamericanos, en 1931. Un siglo antes, este entretenimiento había aparecido en Estados Unidos de la mano de los emigrantes franceses, que introdujeron varias de sus costumbres, especialmente, en la zona de New Orleans, que fue uno de los destinos elegidos por los viajeros.

Ya en el siglo XX, cuando se jugaba legalmente en Nevada, una jugada que incluía la J (el “Jack”) y que implicaba el triunfo directo bautizó a este gran clásico como “Blackjack”. También había nacido una nueva modalidad que hoy sigue entre las más populares: el Blackjack Americano. Las diferencias entre la versión original y la estadounidense son sutiles, pero añaden varios elementos distintivos al juego, como las opciones del crupier, por las cartas que recibe y su visibilidad.

La Era actual

Durante décadas, los casinos han conservado ambas modalidades, con mayor presencia de una u otra según el país en el que se jugaba. En ocasiones, se han introducido pequeñas variantes, pero sin grandes diferencias, de acuerdo con las reglas específicas del lugar donde estaba el centro de juego. Sin embargo, todo cambió con la llegada del entorno online, que propició la aparición de los casinos digitales. En estos casos, los catálogos de juegos eran mucho más extensos, dando a elegir a los usuarios entre una gran variedad de opciones.

La tecnología permitía crear, al principio, títulos de Blackjack automatizados que incorporaban algunas normas específicas, como apuestas más altas o más bajas o, también, la posibilidad de rendirse sin perder la apuesta inicial. Era relativamente sencillo tomar el juego original y añadir diferencias, para que el usuario tuviese más donde elegir. Con el tiempo (y conexiones más veloces a internet), llegó una nueva forma de jugar al casino: la modalidad “Live”.

El Blackjack en directo unía muchos de los elementos de un casino presencial (como el entorno, la interacción con los profesionales, etc.) con las ventajas del mundo online. Es como estar viendo una partida por la televisión en directo en la que el usuario es el protagonista. Lo cierto es que esta versión ha adquirido una gran popularidad y atrae a muchos aficionados a este juego.

Pero la innovación en este gran clásico no se detiene y, gracias a la tecnología, se mejoran progresivamente las transmisiones, con mayor nivel de detalle y la presencia de diversas cámaras. Además, las nuevas redes de datos móviles, como el 5G, permiten conexiones más estables, por lo que se puede disfrutar de esta modalidad en cualquier momento y lugar.